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CON UVE DE VIAJE: LA VUELTA AL MUNDO 2015-2016 

En octubre de 2015 comenzamos un viaje que cambió nuestras vidas, dejando atrás nuestros trabajos y partiendo sin billete de vuelta a recorrer el planeta, y, como podrás imaginar, una idea como ésta no surge de repente. En esta sección encontrarás información resumida sobre el proyecto de nuestra primera vuelta al mundo: además de contarte cuál fue el origen de este proyecto y qué nos motivo a llevarlo a cabo, también te hablamos de nuestros proyectos solidarios, el recorrido de nuestra ruta y alguna otra historia que nos parece interesante compartir. Si quieres saber más sobre la vuelta al mundo de "Con uVe de Viaje", éste es tu lugar. Pasión por viajar acompañada de ganas de ayudar.

Como surge el proyecto

 

¿Quién no ha pensado alguna vez en dejarlo todo y partir en busca de nuestros sueños? Lamentablemente, al final siempre encontramos una excusa para no salir de nuestra zona de confort y esta fantasía se queda para siempre en el cajón de los sueños. En realidad, la barrera nos la ponemos nosotros mismos. No es tan costoso como se puede pensar y sobre todo no es tan difícil. Basta con encontrar un motivo que nos ilusione lo suficiente y que nos empuje a dar el paso. A nosotros, la idea de coger la mochila y salir a recorrer el mundo nos rondaba la cabeza desde hacía tiempo. Saciábamos nuestra sed viajera con pequeñas escapadas hasta que en 2013 decidimos cruzar el charco y visitar el norte de Chile. Un viaje de 21 días en el que no sólo descubrimos lugares maravillosos, sino en el que nos encontramos con nuestro yo más aventurero.

Puede que Chile fuese la chispa, el origen de la idea de hacer un gran viaje. Sin embargo, lo que realmente nos ayudó a tomar la decisión fueron las experiencias de todos esos viajeros y aventuraras que un día tomaron la mochila y salieron en busca de sus sueños. Leyendo sus historias y vivencias por el mundo, nos dimos cuenta que eso era lo que queríamos hacer. Y así empezó a crecer la idea de www.conuvedeviaje.com, nuestro propio blog de viajesYa sea movidos por el afán explorador de descubrir nuevos destinos o por el interés de descubrir nuevas culturas, la decisión estaba tomada: íbamos a cumplir nuestro sueño y darle una vuelta al mundo.

Otra de las razones que nos motivó a emprender este viaje era la necesidad que sentíamos de entender el mundo globalizado en el que vivimos. Llevamos ropa hecha en Bangladesh, usamos teléfonos fabricados en China o bebemos vino sudafricano, por poner solo unos pocos ejemplos. Los países están conectados y lo que se hace en un lugar tiene, a menudo, consecuencias en otro y nosotros queríamos ampliar nuestra visión global de la Tierra, experimentándolo en primera persona. Desafortunadamente, no en todos los lugares en el mundo la gente vive como lo hacemos nosotros, tan afortunados por haber nacido en un determinado lugar del planeta. 

 

Mientras planificábamos esta aventura llegamos a una conclusión: no queríamos ser meros observadores que anotan en su libreta datos sobre lugares, ignorando las desigualdades que encontraríamos en muchos de los países que visitaríamos durante la vuelta mundo. Al fin y al cabo, el viaje es una forma de aprender observando, pero sobre todo interactuando. Se aprende, no solo de los demás, sino también de uno mismo. En el fondo queríamos ayudar, a nuestra manera, aportando aunque fuese un pequeño grano de arena. Y es así como nos pusimos manos a la obra para desarrollar un proyecto solidario que nos acompañaría durante nuestra vuelta al mundo. El proyecto "Con uVe" iba cogiendo forma y era una motivación más, que nos llenaba de ilusión. 

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La iniciativa solidaria

 

Viajar fue una parte de nuestra aventura. Además de aprender y crecer como personas en esta ruta alrededor del mundo, también deseábamos tener un impacto positivo en las comunidades que visitábamos y así es como surgió el Proyecto Solidario "Con uVe". En nuestro recorrido pusimos en marcha tres iniciativas: la primera en Filipinas, con la donación de material escolar a dos escuelas de Manila y una humilde donación de medicinas en la isla de Bantayan, con fondos recolectados gracias a las camisetas solidarias y las donaciones de personas de nuestro entorno. La segunda de las acciones se llevó a cabo en Nepal, donde colaboramos como voluntarios en la reconstrucción del país, destruido por un nefasto terremoto en 2015. Además, para esta segunda inciciativa recaudamos fondos a través  del fundraising #RunningforNepal, que nos permitió financiar 5 miniproyectos, dirigidos a familias y escuelas del país. La tercera iniciativa de proyecto solidario la desarrollamos en Bolivia: allí trabajamos como voluntarios en la ONG Mano a Mano Bolivia, que se encarga entre otros proyectos, de la construcción de escuelas, centros de salud y hospitales en el país.  

Durante la colaboración con la organización boliviana Mano a Mano surge la idea un nuevo proyecto, que nos permitiría continuar trabajando y colaborando con la ONG una vez finalizada la vuelta al mundo. A nuestro regreso a España, volcamos nuestros esfuerzos en el "Proyecto Solidario Mano a Mano" mediante el cual colaboramos con el programa de becas "Proyecto Soñar". Gracias a la venta de camisetas, una colecta solidaria online y la donación de una gran parte de un premio que ganamos en la televisión autonómica asturiana, pudimos ayudar a varios jóvenes a conseguir el sueño de acceder a una educación superior. 

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¿Cómo nos financiamos?

 

Todos los gastos personales de nuestro viaje alrededor del mundo los gestionamos con nuestros ahorros. Sin embargo, para la financiación de los distintos proyectos solidarios que llevamos a cabo buscamos alternativas originales y contamos con la colaboración de muchos de nuestros amigos y familiares. Antes de comenzar el viaje, lanzamos una colección de camisetas con nuestro logo de Con uVe de Viaje, cuyos beneficios íntegros fueron destinados a la compra de material escolar que, nosotros mismos, entregamos en las escuelas de Filipinas. A continuación, durante al viaje, hicimos una colecta solidaria online y llevamos a cabo el proyecto #RunningforNepal, con el que donamos dinero por kilómetros recorridos y al que mucha gente también se unió. Todo el dinero recaudado con estas iniciativas fue donado de manera particular a familias y escuelas de Nepal. Tras el viaje, llevamos a cabo una segunda campaña de la venta de camisetas solidarias cuyo el beneficio fue destinado íntegramente para el proyecto solidario "Mano a Mano", organización no gubernamental boliviana que desarrolla distintos proyectos. Además, también hicimos una gran donación personal, con dinero de un premio que ganamos en la televisión autonómica asturiana. 

Como siempre, queremos remarcar que el 100% del dinero recaudado con la venta solidaria o con las donaciones particulares, fue a parar directamente a los beneficiarios de los distintos proyectos, sin intermediarios ni letra pequeña. Si te interesa conocer el resultado de proyectos pasados, es decir, como invertimos todo el dinero recaudado en las distintas campañas encontrarás información en la pestaña PROYECTOS SOLIDARIOS  o puedes consultarnos directamente a nosotros. 

La Ruta de nuestra Vuelta al Mundo

 

Aunque partimos sin un itinerario fijo, antes del viaje ya habíamos trazado una ruta aproximada de lo que podría ser nuestro recorrido alrededor del mundo. Para planear esta gran aventura nos ayudamos, a partes más o menos iguales, de guías de viaje, documentales y de otros viajeros que, como nosotros, utilizan Internet para mostrar al mundo su forma de viajar. Nuestro objetivo sería viajar hacia el Este y, siempre que fuese posible, hacerlo por tierra, de manera que evitáramos vuelos innecesarios y los cruces fronterizos terrestres protagonizarían una buena parte de nuestras aventuras. 

 

Fueron casi 15 meses y 22 países de un viaje inolvidable que comenzó con una breve visita a Lituania, un país en el que aterrizamos con el objetivo de llegar de la manera más económica hasta Rusia. Nuestro viaje seguiría a bordo del mítico tren Transiberiano (échale un vistazo a nuestra breve guía sobre los trenes en Rusia), con el que atravesaríamos desde San Petersburgo hasta el lago Baikal, adentrándonos en la fascinante Mongolia, donde conviviríamos con familias nómadas del desierto del Gobi, y llegando hasta China, para descubrir alguno de sus secretos mejor guardados, como la Gran Muralla China o los guerreros de terracota de Xi'an, incluyendo una pequeña escapada a Hong Kong y Macao. Sin darnos cuenta ya llevábamos dos meses de viaje y más de 10000 kilómetros en nuestras mochilas, siempre a bordo de trenes, nuestro medio de transporte favorito. 

 

Los siguientes meses los pasaríamos vagando por el sudeste asiático. Comenzamos descubriendo alguna de las paradisíacas islas Filipinas. Aquí fue donde comenzaríamos con uno de nuestros proyectos solidarios (hablamos de todos ellos en la sección experiencias/proyectos solidarios). También fue aquí donde la cruda realidad nos golpeó por primera vez y nos dimos cuenta que nuestra forma de viajar comenzaba a modificarse. Viajar ya no eran unas vacaciones sino nuestra forma de vida. Continuamos con un recorrido por Tailandia, Camboya, Vietnam, Laos y Myanmar. Durante este tiempo cruzamos muchas fronteras terrestres y nos adentramos en culturas desconocidas, de las que aprendimos tanto de lo bueno como de lo malo. Disfrutamos de paisajes paradisíacos, descubriendo tradiciones ancestrales, buceamos por primera vez y nos dejamos sorprender por el mundo submarino, probamos platos de diferentes e incríbles gastronomías... pero también nos dimos cuenta de como los seres humanos estamos maltratando el planeta a escala global. Como el turismo de masas arrasa con todo allá donde llega y como la presencia de plásticos en los mares es una enfermedad de la que será muy difícil de librarse.

Las siguientes semanas las pasamos en Nepal, donde llevamos a cabo nuestro segundo proyecto solidario. Allí llegamos justo en el aniversario del terrible terremoto de 2015 y nos encontramos un país desolado que aún luchaba para sobreponerse. Esas semanas convivimos con la familia Hamal en un pequeña aldea y además de ser voluntarios en la escuela rural, también llevamos a cabo pequeños proyectos que financiamos gracias a la campaña Running for Nepal. Con pocos recursos pudimos ayudar a varias familias en la reconstrucción de sus casas y colaboramos en la compra de material de escolar de primera necesidad. Vivimos el día a día de la familia nepalí que nos acogió, con sus mismas penurias y sus mismas alegrías. Este tiempo sin movernos nos permitió además reflexionar sobre lo vivido hasta el momento y darnos cuenta lo diferentes que áramos de cuando comenzamos el viaje unos meses antes.

El viaje continuó en India, siendo uno de los países que más nos marcó. Entramos por Varanasi, la ciudad sagrada del hinduísmo, visitamos el famoso Taj Majal y luego hicimos una inolvidable ruta en moto por el Himalaya, para después atravesar en tren el país de norte a sur, impregnándonos con los colores y sabores del subcontinente indio. Esta etapa asiática, sin duda, fue un punto de inflexión en nuestro viaje y sobre todo en nuestra forma de entender el mundo.


Nuestro viaje continuó hacia Australia. Durante el tiempo que pasamos allí viajamos de costa a costa descubriendo un país tan lejano y a la vez mucho más cercano que todos los anteriores de esta vuelta al mundo. Recorrimos por carretera miles de kilómetros contemplando los indómitos paisajes aborígenes y descubriendo fauna y flora tan lejana como fascinante. Allí, tan lejos de casa y a la vez tan cerca, nos encontramos con buenos amigos y también con nosotros mismos.

Desde las antípodas, la segunda parte de nuestro viaje continuaría, atravesando el inmenso pacífico y ganando un día de vida, tal como hizo un tal Phileas Fogg, al cruzar la línea de cambio de día mientras volábamos hacia el continente americano. Tras una visita express a los Estados Unidos, cruzamos a pie la frontera con México, nuestro querido México, país del que nos enamoramos para siempre por su cultura, por sus paisajes, por su gastronomía y por sus gentes. Seguimos hasta Guatemala y donde nos llenamos de cultura maya y de experiencias vitales. Desde aquí, solo quedaban unos meses para que nuestro presupuesto se acabase y debíamos apresurarnos. El final del viaje se iba acercando pero aún había historias por vivir. 

Nuestro plan era cruzar por tierra desde el Pacífico en Perú, hasta el Atlántico en Brasil. Como muchos otros viajeros nos dirigimos a Cusco y llegamos caminando a Machu Picchu por la ruta de Salkantay. Escalamos montañas y volcanes en los Andes y nos dirigimos hasta el lago Titicaca, desde donde cruzamos a Bolivia. Allí llevamos a cabo el último de los proyectos solidarios, con Mano a Mano Bolivia, otra experiencia inolvidable y que nos marcaría para siempre. Después de explorar el Salar de Uyuni y adentrarnos ligeramente en la cuenca del Amazonas, nos dirigimos hacia Brasil, rumbo a las cataratas de Iguazú, uno de esos lugares naturales maravillosos del planeta. Fue en las playas brasileñas del atlántico donde la vuelta al mundo "Con uVe de viaje" terminó en diciembre de 2016 y estas son sólo unas “pocas” de las historias que tenemos para contar. Pero nuestro viaje y nuestra historia no termina aquí. 

Poco queda de aquellos viajeros inseguros y llenos de miedo a lo desconocido. Todos esos meses de viaje nos llenaron de experiencias y recuerdos que viajan siempre en nuestras mochilas y forman parte de quien somos hoy en día. Aprendimos a mirar con nuevos ojos y descubrimos que la realidad no es tal como nos quieren mostrar. A partir de entonces nos enfrentamos a la vida desde una perspectiva diferente y nos sentimos más preparados para lo que pueda venir. Puede que muchos no lo entiendan, pero para nosotros, dejarlo todo y partir en busca de ese sueño fue la mejor decisión de nuestras vidas. 

Momentos de una vuelta al mundo

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