Desde que entramos en México por la frontera de San Ysidro (Tijuana), la magia del país nos envolvió y nos quedamos enganchados a su aroma, a sus colores y a su gente. Tijuana, Puebla y Cholula y los maravillosos pueblos de Oaxaca habían dejado huella en nosotros y ansiábamos descubrir el estado de Chiapas, conocido no sólo por su cultura, sino por su historia de lucha y resistencia indígena.
Tras dos semanas de viaje por Guatemala, llegamos a Chiapas atravesando la frontera de La Mesilla - Ciudad Cuautémoc con el objetivo de visitar la infinidad de lugares que nos habían recomendado los amigos de Puebla: las lagunas de Monte Bello, las cascadas del Chiflón, el cañón del Sumidero, las ruinas de Palenque, San Cristobal de las Casas y muchos otros lugares, como la selva de Lacandona, en la que no podríamos adentrarnos por falta de tiempo. Puede que para descubrir este país como se lo merece, el viajero necesite al menos seis meses para conocer sus rincones, volcanes, desiertos, selvas, playas, culturas..., y de esos seis meses uno lo guardaría solo para el Estado de Chiapas.
En esta entrada vamos a presentaros una lista de siete lugares imprescindibles de Chiapas que ningún viajero debería perderse. Compartiremos con vosotros nuestro recorrido y os desvelaremos nuestros mejores secretos. Aunque lo que de verdad os recomendamos es que creéis vuestra propia historia. Porque Chiapas hay que vivirla, hay que descubrirla hablando con su gente, entendiendo su realidad, su historia y su lucha.
Bienvenidos a Chiapas, donde "¡no necesitamos permiso para ser libres!".
Comitán de Dominguez
Llegamos a Comintán de Domínguez cansados del largo viaje desde el Lago Atitlán en Guatemala. México nos recibía de nuevo con los brazos abiertos, precios baratos y su excelente gastronomía, así que el cansancio se nos fue "rapidito" con la ayuda de una buena chela, un pozole y unos tacos. Y como no, mi ansiado mezcalito. Cenando este maravilloso menú en el parque central de Comitán se acercó un grupo de mariachis a amenizar la cena de una joven quinceañera que celebraba este gran día con su familia. Esa misma noche vimos tocar la marimba, un instrumento similar a un xilófono, hecho en madera y típico de la zona, así como un desfile de escarabajos que celebraban el inicio de las Fiestas Patrias, que viviríamos toda la semana con los amigos chiapanecos. Estábamos de vuelta en México, uno de nuestros países predilectos e íbamos a sacar el mayor provecho de esta aventura.
Comitán de Dominguez es un pueblo bonito, pero se ve en unas horas, dando un tranquilo paseo por el parque central, visitando las diferentes iglesias, como la de San José, la de Caralampio o el Templo del Calvario y descubriendo su historia en el Museo de Arqueología o la Casa de Belasario Domínguez. Lo bueno de Comitán no es la ciudad sino sus alrededores, que esconden joyas geográficas como las Lagunas de Montebello y las Cascadas El Chiflón.
Lagunas de Montebello
Este Parque Nacional famoso entre los turistas nacionales cuenta con más de 50 lagos que se reparten entre territorio mexicano y guatemalteco. A menos de una hora en transporte desde Comitán, sus más de 6000 hectáreas de extensión no hacen posible la visita a pie por lo que lo mejor es visitarlos con coche o contratar un guía. Después de mucho regateo, Giovanni nos convenció para realizar con él el tour de los lagos y descubrir un poco más sobre la vida de los mexicanos. Los jóvenes de la zona, como Giovanni, se dedican principalmente a la agricultura e intentan sacar un sobresueldo trabajando de guías o vendiendo artesanía a los turistas. Una realidad chiapaneca que veríamos por todo el estado.
El lugar es espectacular y el baño está permitido en alguno de los lagos. Los turistas llegan aquí atraídos no es sólo su maravilloso entorno y su tranquilidad, sino también por su belleza natural. Por diversos factores, las aguas de estos lagos se tornan turquesas, verdes o incluso color rojizo convirtiendo este lugar de la frontera entre México y Guatemala en un sitio muy especial. Hay quien realiza también un paseo en barca por alguno de los lagos e incluso en unas balsas hechas con troncos de árboles. Una visita interesante para pasar un día soleado alejados del calor de la ciudad.
Cascadas El Chiflón
Aunque lo dudamos hasta el último minuto decidimos quedarnos un día más en Comitán y aprovechar para visitar las cascadas El Chiflón, situadas a unos 30 Km. de la ciudad. Fue una idea excelente ya que el lugar es impresionante y uno puede pasar un día entre amigos o en familia, disfrutando de las hermosísimas cascadas así como de las diferentes instalaciones del Centro Ecoturístico. El centro pone a disposición del visitante zonas de baños, zonas de barbacoa así como un centro de interpretación y la posibilidad de hacer tirolina.
En la subida hasta la última cascada (de 1,2 km aprox.) se va pasando por diferentes cataratas a través de un hermoso paseo selvático en que se pueden ver animales pero sobretodo magníficas mariposas. Tuvimos la oportunidad de ver algunos ejemplares impresionantes, como la Morpho menelaus, una mariposa azul eléctrico del tamaño de una mano adulta. Al llegar a lo alto del recorrido, uno se encuentra con la más impresionante de todas las cascadas, la conocida como Velo de Novia, con una caída de agua de 120 metros que sorprende no sólo por su altura, sino por la fuerza con la que se desploma al vacío.
San Cristobal de las Casas
Cansados tras tanto ir y venir, decidimos que esta hermosa y colorida ciudad chiapaneca sería nuestro lugar de descanso y punto de partida para las últimas excursiones en el estado de Chiapas. Además, queríamos pasar las Fiestas Patrias en un mismo lugar y así poder festejar estas fechas tan señaladas con otros viajeros. Y como si se tratase de una coincidencia (aunque nosotros creemos que fue cosa del destino y la energía de esta tierra) Magda, una joven argentina muy sonriente y amable, se apareció en nuestro camino y nos habló de una isla en medio de la ciudad. La Isla, además de ser uno de los hostel más chulos en los que hayamos estado jamás, fue para nosotros un hogar durante casi una semana. Un lugar que recomendamos a todos los viajeros que pasen por "SanCris", pero sobretodo a aquellos con ganas de amar, ser amados y conocer la magia de la transformación.
De San Cristobal de las Casas se dice que es "el más mágico de los Pueblos Mágicos de México" y sin duda la ciudad más bonita del estado chiapaneco, centro turístico y cultural aunque no su capital, título que lleva el municipio de Tuxla Gutierrez. Fue fundada en el s.XVI por colonos españoles y en la actualidad sigue destacando por su arquitectura colonial, de casas de una o dos plantas, con hermosos jardines internos y coloridas fachadas.
El centro de la ciudad está repleto de turistas y por ello las calles principales están llenas de bares, restaurantes y alojamientos para todos los gustos, además de decenas de artesanos vendiendo su trabajo. Desgraciadamente muchos de estos vendedores ambulantes no son más que niños (de origen indígena) que aprovechan los momentos de afluencia turística para sacar un dinero extra para la familia. Una realidad dura que demuestra que aún hay mucho que cambiar en México, y más aún en Chiapas. Una realidad que nos recuerda que la lucha zapatista que empezó el 1 de enero de 1994 sigue siendo necesaria, que las desigualdades del país están a la orden del día y que los pueblos indígenas siguen siendo los más desfavorecidos por estas tierras.
Como os podéis imaginar, es difícil al menos para viajeros concienciados como nosotros, visitar el Estado de Chiapas sin hablar del Comandante Marcos, la lucha zapatista y la historia reciente de este Estado. Así que, poco después de llegar a La Isla, Martín, uno de los artífices de este mágico lugar, compartió con nosotros una interesante conversación sobre la realidad chiapaneca y nos recomendó la visita del CIDECI (Centro Indígena de Capacitación Integral), también conocido como Universidad de la Tierra. Es un centro educativo autogestionado, dirigido a los jóvenes de las comunidades indígenas con el objetivo de capacitarlos para que puedan seguir trabajando en mejorar sus comunidades rurales. Siguen una metodología no formal en la que se respeta la identidad de cada uno, se fomentan las relaciones humanas, el amor por la madre tierra y el pensamiento crítico. Nosotros tuvimos la suerte de visitar el centro, las instalaciones y entrevistarnos con uno de los responsables. Una visita muy interesante, que nos hizo reflexionar y entender que se puede construir un mundo mejor, creyendo en sí mismos y trabajando día a día por un proyecto común, a pesar de los obstáculos que unos y otros nos quieran poner.
Nuestra formación "zapatista" se completa con un documental que deciden proyectar los chicos de La Isla esa noche en el hostal. En La Isla proponen actividades para que los viajeros que se alojan allí se sientan como en casa: cenas, barbacoas o noches de cine, que como la nuestra dieron lugar al diálogo y la reflexión. Una vez más gracias a los isleños por hacernos sentir tan queridos.
San Juan Chamula
La Universidad de la Tierra no fue el único lugar que Martín nos recomendó. Nos habló de una peculiar iglesia que se encontraba a unos 10 km de San Cristóbal, en el pueblo de San Juan Chamula, otro Pueblo Mágico. Se trata de la Iglesia de San Juan Bautista que sirve de lugar de culto para los habitantes de la zona cuyos rituales religiosos son una mezcla de catolicismo y creencias prehispanánicas.
La visita a esta característica iglesia no deja indiferente a ningún viajero. Aunque por fuera se parece a muchos otros templos de México construidos durante la conquista, por sus formas y paredes coloridas, el interior es una experiencia en sí misma. El suelo se encuentra lleno de paja, hojas de pino y velas y la gente no se sienta en bancos sino en el suelo donde llevan a cabo rituales de creencias indígenas. Además, tanto el altar como los laterales del templo están repletos de santos, una imagen sorprendente incluso para lo que estamos acostumbrados a iglesias católicas.
Efrén y yo decidimos hacer una visita rápida y evitar molestar a las familias que rendían culto en el templo. Pudimos, por ejemplo, ver a una anciana rodeada de familiares sacrificando a un gallina, lo que, parece ser, hacen para pedir por la salud de algún familiar. Durante los rituales beben "pox" un destilado del maíz típico de la región que posiblemente usen para "trascender". Respetando las normas de los visitantes, no sacamos ninguna foto, pero si os pica la curiosidad, podéis ver el interior de la iglesia en esta entrada, donde esta bloguera os habla más detenidamente de los Chamula y sus tradiciones.
Cañón del Sumidero
Parque Nacional desde la década de los 80, esta falla geológica es considerada uno de los cañones más espectaculares de América. Se puede visitar en una excursión desde San Cristóbal o directamente desde el pueblo Chiapa de Corzo, que da nombre a la región. Un pequeño pueblo, del que merece la pena visitar la iglesia y la fuente mudéjar del s. XVII que se encuentra en la plaza central.
Las visitas en barco navegan por el río Grijalva hasta su desembocadura en la presa hidroeléctrica Manuel Moreno Torres. El recorrido es espectacular y uno se deja asombrar por la flora y fauna maravillosas además de por la vida de las paredes del cañón que se levantan más de 1300 metros. Pudimos ver monos araña, aves de todo tipo y cocodrilos. A pesar de sentirnos una vez más como monos de feria en un recorrido demasiado turístico, la belleza del lugar hace que la visita merezca la pena.
Palenque
Terminamos esta entrada sobre los lugares imprescindibles de Chiapas por uno de sus platos fuertes: las ruinas mayas de Palenque. Aunque de menor tamaño que otros yacimientos arqueológicos, como Tikal en Guatemala, Palenque no tiene nada que envidiar a sus hermanas. Estas ruinas se encuentran escondidas en medio de la Selva Lacandona, donde se puede disfrutar de una biodiversidad magnífica. Hay quien viene a esta selva no sólo a visitar las ruinas arqueológicas sino también a pasar unos días en medio de la naturaleza, a meditar, relajarse y a intentar ver a uno de jaguar tan anunciados por los artesanos de la zona.
Palenque es Patrimonio de la Humanidad desde 1987, y eso que se calcula sólo se han encontrado un 2% de las ruinas que podrían estar escondidas en la selva. La riqueza escultórica y arquitectónica la convierten en uno de los yacimientos mayas más importantes.
Si decidís como nosotros a visitar las ruinas desde la ciudad de San Cristóbal, preparaos para un largo viaje por una carretera llena de curvas y baches, pero por paisajes maravillosos. A lo largo del recorrido se pueden ver pintadas del EZLN y uno se imagina al Comandante Marcos y sus compatriotas montados en sus caballos con el pasamontañas luchando por la libertad de los pueblos indígenas.
Además la excursión incluye la visita a las piscinas de Agua Azul, una bonita sucesión de cascadas, y una parada en la cascada Misol Ha que los visitantes pueden atravesar por detrás del agua. Dos agradables paradas para refrescarse en el largo recorrido.
Dejamos Chiapas en un bus rumbo a Puebla, para descansar después de un mes viajando sin parar por Oaxaca, Guatemala y Chiapas. Las Fiestas Patrias y el famoso Grito que se celebra el 15 de septiembre en todo el país lo pasamos en San Cristóbal junto con la gente de La Isla y nuestro "primo" mexicano Dani, cuyo abuelo era asturiano. Una fiesta de exaltación nacional que, como os podréis imaginar, en Chiapas se vive con mucho menos intensidad que en otras ciudades.
Nos fuimos de Chiapas un poco más enamorados de México, de su gente y su diversidad. Nos fuimos sabiendo que tenemos grandes amigos a otro lado del charco, que sigue habiendo personas maravillosas dispuestas a cambiar el mundo y dar grandes abrazos.
Queremos dedicar esta entrada a Magda, Emi, Martín, Estevan, Nico, Dani, Carlos, León y a todos aquellos que nos encontramos en una isla sin mar, por ofrecernos todo su amor y enseñarnos la magia de la transformación.