Sin lugar a dudas, el Parque Nacional de Banff (Alberta, Canadá) es uno de esos destinos con los que todos soñamos alguna vez. Se trata del parque nacional más antiguo de Canadá y uno de los espacios naturales más visitados del mundo. Cada año pasan por el P.N. de Banff más de 4 millones de turistas, atraídos por los impresionantes paisajes montañosos y sus coloridos lagos , las decenas de rutas de montaña y la multitud de actividades al aire libre que ofrece a los visitantes.
Nosotros visitamos Banff en octubre de 2019, durante nuestro estancia de working holiday visa en Canadá y lo hicimos como parte de un #roadtrip en campervan (del que ya os hablaremos en próximas entradas de nuestro blog) por las Montañas Rocosas canadienses. En este viaje, además de explorar a fondo Banff, entre otros lugares, también visitamos el Parque Nacional de Yoho y el Parque Nacional de Jasper, del que también os hablaremos muy pronto. En esta entrada de nuestro blog de viajes, además de contaros un poco sobre la historia de este parque nacional canadiense, también nos gustaría compartir con vosotros los lugares que consideramos imprescindibles y alguna de nuestras mejores fotos de este destino maravilloso.
Breve historia del Parque Nacional Banff
Aunque existen evidencias de la presencia humana en la zona desde hace más de 10000 años, no fue hasta finales del siglo XIX cuando este territorio en las Rocosas canadienses comenzó a tener repercusión, desde el punto de vista medioambiental. Fue en 1885, durante la construcción del ferrocarril transcanadiense, cuando el presidente Macdonald decidió mediar en una disputa sobre el posible uso comercial de las aguas termales que acababan de ser descubiertas. De esta manera, se crea una pequeña reserva de 26 km2, alrededor de Cave and Basin (muy cerca del Banff pueblo). Solo un par de años después, el espacio protegido se amplió a 674 km2, siendo nombrado Parque de las Montañas Rocosas, convirtiéndose en el primer parque nacional de Canadá y el segundo en América del Norte (pocos años antes se había fundado el Parque Nacional Yellowstone, en los Estados Unidos).
Fue la misma compañía ferroviaria, Pacific Canadian Railway, la que comenzó a promocionar turísticamente la zona, atrayendo a la clase alta americana y europea, al mismo tiempo que desplazaban a los pobladores nativos amerindios, durante las primeras décadas del siglo XX. Este turismo se desarrolló especialmente en invierno, con la creación de los los hoteles en Banff Springs y el Château de Lake Louise. Fue en 1930 cuando el espacio protegido del Parque Nacional de Banff se extendió hasta los más de 6600 km2 que lo componen actualmente. Con el paso de los años, Banff dejó de ser un destino únicamente invernal y se comenzó a explotar el turismo durante todo el año. En 1984, el parque nacional de Banff junto a los vecinos parques nacionales de Yoho, Kootanay y Jasper (además de otros tres parques provinciales) pasan a formar el conjunto natural de los Parques de las Montañas Rocosas Canadienses, declarado a su vez, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Lugares destacados
El Parque Nacional de Banff esconde innumerables rincones que merecen la pena descubrir. Entre sus bonitas montañas, los lagos y glaciares, y las casi infinitas rutas de montaña, es difícil hacer una selección de los lugares que un viajero no se debería perder al visitar Banff. Para empezar, deberíamos situarnos en Banff Pueblo (único lugar con todos los servicios) como epicentro del parque nacional, y desde ahí, orientarnos con la dirección de la Trans-Canadá Hwy, que atraviesa transversalmente el territorio del parque. A partir de aquí, podemos comenzar a explorar las distintas zonas del parque nacional, como el Valle del Rio Bow, la zona del Lago Louise (y Lago Moraine), las inmediaciones de Banff, que también ofrecen un montón de alternativas y la Icefield Parkway, la carretera que une los parques nacionales de Banff y Jasper. Si estás planeando un viaje a Banff te recomendamos que entres en la página oficial de los parques de Canadá donde os podréis descargar un montón de información y mapas oficiales de Banff.
Valle del Rio Bow
Desde Banff pueblo y siguiendo aguas arriba el curso del Rio Bow (éste fluye en gran parte paralelo a la Autopista Trans-Canadá) podemos encontrar un montón de lugares preciosos para sacar partido a la cámara de fotos. Nada más comenzar nos encontramos con el Lago Vermillion, desde donde hay unas vistas fantásticas. Pocos kilómetros más adelante, nos podemos salir de la autopista y tomar la carretera 1A, en Castle Juction, desde donde se puede contemplar el imponente Castle Mountain. Desde este cruce de caminos también parte la carretera hacia parque nacional Kootenay. Siguiendo el desvío hacia la carretera A1, podemos visitar entre otros el Cañón de Johnson o la tantas veces fotografiada curva de Morant. Nosotros tuvimos suerte y el tren de mercancías (que no tiene horarios fijos) pasó justo cuando nosotros estábamos allí.
Lago Louise
Al final de la carretera A1, llegamos al pueblo del Lago Louise, donde hay algunos servicios y un centro de visitantes del parque nacional. Desde aquí se puede acceder al lago del mismo nombre, donde se encuentra el famoso Château del Lago Louise (en la actualidad es un Fairmont). Desde el lago salen un montón de rutas de montaña, siendo la más famosa la que llega hasta el pie del glaciar Victoria a través del Plano de los Seis Glaciares. Curiosamente muy cerca del glaciar hay una tetería y es una excursión de día que sin duda merece la pena.
Lago Moraine
Posiblemente el lugar más famoso de Banff sea el Lago Moraine. Se llega a través de un desvío, por la misma carretera de acceso al Lago Louise. De hecho, debido a que es un lugar tan concurrido la circulación estaba redireccionada primero hacia el Lago Louise y, desde allí, había que regresar por el mismo camino y desviarse al Lago Moraine (al menos eso ocurría el pasado octubre), existiendo un control en el número de vehículos que pueden acceder al lago. Todas las guías recomiendan madrugar para evitar el atasco, pero nosotros en el mes de octubre tuvimos suerte ya no encontramos mucha gente, incluso llegando a media mañana.
Icefield Parkway
Pocos kilómetros después del Lago Louise, la autopista Trans-canada (1) se bifurca. Si continuamos por ella, nos dirigiremos hacia el Parque Nacional de Yoho y si tomamos el desvío a la derecha, emprenderemos la Icefield Parkway (carretera 93) que nos llevará por diversos pasos en alto hacia el Parque Nacional de Jasper. La carretera en sí misma ya es una atracción, con fantásticas vistas de las montañas y los lagos que aparecen una y otra vez en los lados de la carretera, haciendo necesario parar cada dos por tres para fotografiar las maravillas naturales que encontramos a lo largo de la Icefield Parkway.
Bonus Track: Lago Esmeralda
Aunque no se encuentra en el parque nacional de Banff, nos gustaría añadir el Lago Esmeralda (Parque Nacional de Yoho), al que llegamos en una gélida mañana y el cual sería la primera parada de nuestro viaje en carretera por las montañas rocosas y del que tenemos un muy buen recuerdo. Esperamos que os guste.
Próximamente en Con uVe de Viaje
Como os comentábamos al principio de esta entrada, en Banff hay decenas de lugares maravillosos, paisajes salvajes y rincones mágicos para disfrutar y también para fotografiar y en nuestra retina conservamos un montón de buenos recuerdos del Parque Nacional de Banff. Hoy solo compartimos una pequeña parte de estos lugares que no hay que perderse, pero os aseguramos que hay más, muchos más. No dejéis de estar atentos a nuestro blog (puedes subscribirte aquí) para no perderte nuestras próximas entradas sobre qué ver en el parque nacional de Jasper y sobre nuestro road trip, donde compartiremos un montón de información útil para los que estéis planeando un viaje de este tipo.