Uno de los recuerdos más bonitos de nuestro año en Canadá será sin duda la imagen de la ciudad cubierta de nieve. Levantarse por la mañana y admirar los copos caer cubriendo las calles con ese manto blanco que da una luz distinta a la ciudad. Se crean imágenes que parecen sacadas de escenas de películas aunque, como os podréis imaginar, no es oro todo lo que reluce.
Montreal es una ciudad de extremos: con sol y calor en el verano y frío de nieve y hielo en el invierno. El clima promedio en esta estación del año está por debajo de 0 grados centígrados y puede alcanzar temperaturas de hasta -20º y -30º C. ¿Cómo se vive a estas temperaturas? ¿Cómo te vistes? ¿Y los coches? ¿Puedes conducir con tanta nieve? Estas son la preguntas que a menudo nos hace la gente que nunca ha vivido una experiencia bajo cero. Para responder a todas estas preguntas hemos creado un pequeño decálogo de Con uVe de Viaje con "Todo lo que tienes que saber para sobrevivir un invierno en Canadá".
1. ABRÍGATE (como si te lo hubiese ordenado una madre)
Esas frases tan de madre como "abróchate el abrigo", "no te olvides los guantes" o "ponte la bufanda" son imprescindibles aquí y deberías recordártelas antes de salir de casa. Por debajo de cierta temperatura, NUNCA se te pueden olvidar el gorro ni los guantes. Y no es broma. Todos tenemos algún amigo (no canadiense) que se creyó el héroe hasta que casi se la cae una oreja.
2. CÓMPRATE UNAS BUENAS BOTAS
Hay quienes dicen que el abrigo y las botas hay que comprarlas en Canadá. Es cierto que existen productos muy preparados y marcas especiales para el frío. Comprarse un abrigo especial puede ser una buena idea aunque yo sigo con mi abrigo de 20 € comprado en México y ya he sobrevivido dos inviernos. Sin embargo, no juegues con tus pies. ¡Cómprate unas botas buenas, resistentes al agua y de invierno!, de esas con suela especial para que se adapten al hielo y el frío. Y si realmente te da miedo resbalar en el hielo, ¡cómprate unos crampones!.
3. SÉCATE EL PELO
Esta regla es para principiantes: si no tienes secador de pelo, cómprate uno. Nunca salgas a la calle con el pelo mojado si las temperaturas son muy bajas. El pelo se congela y una vez congelado se puede partir. Además de que puedes pillar un buen resfriado.
4. APRENDE A USAR LA PALA
Si vas a vivir en una casa o tienes pensado conducir, te recomendamos que empieces a practicar el deporte más practicado en el invierno: "palear nieve". Te tocará limpiar la entrada de tu casa, las escaleras si las tienes y sacar el coche de una montaña de nieve en la que ha quedado enterrado. ¡Un persona desenterrando el coche de entre la nieve: esa si es una postal típica de Montreal!
5. CONDUCE CON PRECAUCIÓN
En Canadá nunca sabes cuándo te va a tocar una tormenta de nieve. Puede que entres por la mañana al trabajo con la carretera completamente limpia y cuando salgas por la tarde haya más de 15 o 20 cm. Tu coche tendrá neumáticos de nieve (en Quebec son obligatorios del 1 de diciembre al 15 de marzo) y no te puede faltar una buena pala, como mencionamos en el punto anterior. Desarrolla tus habilidades cómo conductor y tu sentido común. Y si no te vez capaz, ¡usa el trasporte público!
6. ENTRÉNATE A LOS CAMBIOS DE TEMPERATURA
Si os digo que ha pasado más frío en España que en Canadá no me creeréis. Y es que aquí dentro de los lugares SIEMPRE hace CALOR. De hecho, tomar el metro es como entrar en una sauna finlandesa. En casa, en el trabajo, en el metro o en el centro comercial... estarás a unos 20º, 25º C. Aquí la electricidad es barata y eso se nota. No necesitarás jersey de lana o camisetas térmicas, excepto cuando quieras pasar el día al aire libre.
7. ADÁPTATE A LAS ADVERSIDADES
¿En Canadá están muy preparados? Pues si, las quitanieves pasan continuamente. Y no solo por la carretera si no que también ¡hay quitanieves para las aceras! Y ellos se adaptan a las dificultades: hay quien va esquiando al trabajo o en fatbike y los padres cambian los carritos de bebés por trineos para llevar a los peques al cole por las mañanas.
8. ¡PONTE LAS ZAPATILLAS!
La frase en las familias de Canadá no es "¡ponte las zapatillas!" sino "¡quítate los zapatos! Lo primero que uno debe hacer al llegar a una casa es quitarse el calzado. La nieve se queda pegada en la suela de los zapatos junto con piedritas y sal que se echan en las calles para que no se forme tanto hielo. En todas las casas hay un espacio habilitado para dejar los zapatos para que la nieve se derrita sin deteriorar la madera del suelo. ¡Ah! Y en el trabajo lo normal es tener una zapatos de recambio o unas zapatillas. No es cuestión de estropear la oficina a tus jefes.
9. RODÉATE DE GENTE MAJA
Al final lo más importante para sobrevivir el invierno en Canadá es tener con quien compartirlo. Lo más importante es que te rodees de esos bueno amigos con los que organizar una comida, unos juegos de mesa, aprender a tocar un instrumento o simplemente compartir unas risas. Y cuando salga el sol, ¡aprovecha el invierno! Si necesitas ideas, no te pierdas nuestra entrada "Qué hacer en el invierno de Quebec".
GALERÍA DE FOTOS
Si vives o tienes pensado vivir en Montreal (como nosotros) necesitas un último consejo:
10. DESCANSA Y CARGA LAS PILAS
Y es que cuando menos te lo esperas el verano de Montreal llegará, tras una efímera primavera, y ya no tendrás tiempo de nada entre barbacoas, tardes de parque, festivales de música, rutas en parques naturales, camping, viajes y más barbacoas.
Puede que ese sea el aspecto más peculiar de la ciudad y probablemente lo que más me ha gustado de vivir aquí. Tras meses de espera conservados en frío, los ciudadanos estamos ansiosos de calor y sol. Esa espera hace que agarremos el verano como si fuera el último y lo exprimamos al máximo. Y para los que no soporten tantos meses seguidos de frío, os cuento el truco: unas vacaciones en las playas del caribe mexicano, donde encontrarás a la mitad de los canadienses entre enero y marzo. Y si te decides por esta opción, no lo olvides: ¡ponte gorra!, como diría tu madre.