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  • Foto del escritorEfrén Con uVe de Viaje

Una pizca de USA: tres días en Los Ángeles


Welcome to USA

Al principio, cuando compramos los billetes de avión, pensábamos que nos ahorraríamos unos cuantos euros volando a USA, vía Hawai (puedes leer sobre nuestro stopover en Honolulu aquí), en lugar de ir directamente a México. Sobre el papel puede que fuese cierto, pero en la realidad todo resultó ser un poco más complicado de lo habíamos planeado.

En primer lugar, fue imposible encontrar alojamiento que se ajustase a nuestro presupuesto. Como no encontramos ningún couchsurfer que nos alojara (culpa nuestra porque lo miramos con muy poco tiempo) tuvimos que buscar una opción de pago. Nos alojamos en el L.A. Adventurer Hostel, uno de los alojamientos más baratos de la ciudad, situado muy cerca del aeropuerto, en el barrio de Inglewood. No era una mal oferta, no solo por el precio, sino también por todo lo que incluía gratis al hacer la reserva: piscina, desayuno, transfer desde el aeropuerto y excursiones diarias a la playa, entre otras cosas que puedes consultar aquí.

El siguiente problema que afectaría a nuestro presupuesto sería moverse por la ciudad. Para esto decidimos utilizar Uber, ya que el transporte público deja mucho que desear y las distancias son enormes en esta ciudad. El lado positivo de usar Uber en L.A. (el negativo, obviamente, es el precio) es que prácticamente todos los conductores eran latinos y en lo que duraban los trayectos, pudimos tener una idea mucho más real de todo lo que ocurre en the city of broken dreams (la ciudad de los sueños rotos). Fueron ellos los que, además de contarnos sobre su vida y sus países de origen, nos hablaron de política, de economía, de inmigración... También sobre qué barrios de la ciudad eran más peligrosos y, al parecer, nuestro hostel estaba en uno de los menos recomendables.

Los tres días que estuvimos en la ciudad los aprovechamos para visitar alguno de los lugares más emblemáticos de Los Ángeles. Subimos al Observatorio Griffith, desde donde, cuando la contaminación lo permite, se puede ver el famoso cartel de Hollywood. Como era de esperar, también fuimos al Muelle de Santa Mónica a comer un helado y hacernos una foto delante del famoso "Bubba Gump".

El observatorio Griffith se puede visitar gratis

El omnipresente "Hollywood Sign" entre la contaminación

El cinematográfico Bubba Gump en el muelle

Santa Mónica Boulevard

Paseamos por el Walk of Fame (Paseo de la Fama) y vimos aspirantes a actores, caracterizados como personajes cinematográficos, que venden su imagen por un dólar (quizás también su dignidad), mientras esperan que aparezca un cazatalentos y les permita alcanzar el sueño americano.

¿Quién no se haría una foto con el candidato presidencial por una simple propina?

Walk of Fame (Paseo de la Fama)

Walk of Shame (Paseo de la Vergüenza)

También paseamos por el paseo de la playa Santa Mónica, donde centenares de "homeless" conviven con los turistas y la gente que se acerca hasta allí para pasear, dejarse ver o hacer deporte. De nuevo, los sin techo nos dejan una imagen muy distinta a la que quieren vendernos de los Estados Unidos.

Deportes en Santa Mónica

Shows en Santa Mónica

Homeless en Santa Mónica

No podíamos irnos sin callejear por el centro y merodear por el barrio latino de El Pueblo y por Chinatown. Cerca del Los Angeles City Hall nos encontramos con un grupo de gente afroamericana manifestándose bajo el lema "Black lives matters", movimiento popular nacido a raíz de los asesinatos de varias personas negras a manos de la policía estadounidense. Pudimos hablar con varios de ellos y no se anduvieron con remilgos a la hora de criticar al gobierno de los Estados Unidos en materia de derechos humanos.

Una de las entradas de Chinatown

La estatua de Bruce Lee en el barrio chino

Nos encontramos con una fiesta latina en El Pueblo

Walt Disney Concert Hall, de Frank Gehry

"Black lives matters" (Las vidas negras importan)

También pasamos mucho tiempo en nuestro hostel, conociendo a otros huéspedes, alguno de los trabajadores, en su mayoría latinos y afroamericanos, y sobretodo observando la fauna de todo tipo que merodeaba por la zona. No se si sabéis que en California es legal la marihuana medicinal y por Inglewood, todo el mundo parecía estar en tratamiento. No os imagináis las caras de alguna familia del norte de Europa que recalaba en el hostel y se encontraba con un panorama, digamos, singular.

Con Renzo, uruguayo y residente en New Zeland, al que esperamos volver a encontrar.

La última imagen que nos llevamos de L.A. no dice mucho a su favor. Nos dirigimos hacia un barrio cercano al centro, desde donde continuaríamos en autobús hacia San Diego. Tampoco se trataba de una de las mejores zonas de la ciudad. De hecho, la estación de autobuses se encontraba justo en uno de los barrios que los conductores de Uber nos habían recomendado evitar. En las zonas aledañas nos encontramos con decenas de personas vagando por las sucias calles, muchas de ellas con claros signos de trastornos mentales. Gente que, por un motivo u otro, quedó apartada de la sociedad americana y que sobrevive como puede en las calles de "la ciudad de los sueños rotos".

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The American Dream

CONTINUARÁ...

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