Efrén Con uVe de Viaje
- 15 nov 2018

Crónicas bolivianas: "Un paseo por Cochabamba"

En esta nueva entrada queremos que nos acompañéis siguiendo un itinerario de viaje en el que descubriremos Cochabamba y sus alrededores. Una sencilla guía de la ciudad, con muchas fotografías, en la que os mostramos los lugares más interesantes, nuestros rincones favoritos y algunos trucos para disfrutar de Cochabamba, incluyendo cómo llegar, qué comer y dónde dormir. Además, al final de este artículo también os contamos que se puede hacer en los alrededores de la ciudad para que la experiencia sea aún más completa.

COCHABAMBA

La ciudad de Cochabamba se encuentra situada en el centro de Bolivia, a más de 2500 metros sobre el nivel del mar, en un valle fértil y en medio de la cordillera de los Andes. El nombre de la ciudad, Cochabamba, proviene de la castellanización del término quechua Q'ochapanpa o Kochaj-pampa, nombre que recibía esta zona en época incaica. Con más de un millón de habitantes en su región metropolitana, Cochabamba es una de las ciudades que más se han desarrollado en los últimos años de Sudamérica y eso se nota a simple vista. De nuestra visita anterior a ésta hemos observado un gran cambio en la ciudad, con nuevos edificios, mejora en las infraestructuras, parques públicos más cuidados, nuevas instalaciones deportivas y, en general, mejora de muchos de los servicios básicos.

Fuente: Gobierno de Cochabamba

UN PASEO POR COCHABAMBA

Vamos a comenzar nuestro itinerario por el casco antiguo de Cochabamba, ubicándonos en la bonita Plaza del 14 de Septiembre, centro histórico de la ciudad, de marcado espíritu colonial. Esta animada plaza está presidida por la Catedral Metropolitana de San Sebastián, de estilo ecléctico, construida en el siglo XVIII sobre un templo del siglo XV. No muy lejos de la plaza nos encontramos con el Museo Arqueológico -con una interesante colección de objetos de culturas precolombinas- y también varias casonas museo. Caminando por las calles del casco histórico, que conservan un toque colonial bastante envejecido, nos encontramos con numerosos hoteles, bares y restaurantes, especialmente en los alrededores de la calle España. De camino a la Plaza Colón podemos visitar varios templos e iglesias, que reflejan la gran influencia católica sobre los cochabambinos. Entre ellos destacan los de Santo Domingo, San Francisco y el de Santa Teresa, con un convento-museo anexo, de estilo barroco.

Catedral Metropolitana de San Sebastián (Plaza 14 de Septiembre)

Plaza 14 de Septiembre

Iglesia de Santa Teresa

Convento-Museo de Santa Teresa

Templo de San Antonio de Padua

Soportales de la Plaza 14 de Septiembre

Plaza de Colón

Seguimos nuestra ruta por el Paseo del Prado, mucho más moderno y donde también encontramos numerosos hoteles, restaurantes -modernos y tradicionales- y lugares de fiesta. Un buen lugar para probar la gastronomía criolla es el Tunari, situado en el mismo Prado. Muy cerca de allí encontramos nuestro restaurante favorito de la ciudad, el Mad Mex, un restaurante méxicano que descubrimos en nuestra primera visita y del que somos clientes habituales. El Paseo del Prado llega hasta plaza de las Banderas, lugar de reunión de los cochalas. Sin cruzar el río, hacia nuestra izquierda, nos encontramos con el popular Parque de La Familia (entrada 8Bs, aproximadamente 1€), un bonito rincón con fuentes danzantes donde refrescarse en los días de calor y que ofrece, todos los fines de semana, un espectáculo de música, luz y color.

Fuentes danzantes

Espectáculo de luz y sonido en el Parque de la Familia

Cruzando el río entramos en el barrio residencial de Cala Cala, donde nos recibe el Estadio Sudamericano Felix Capriles, recientemente re-modelado para los juegos olímpicos sudamericanos de 2018. En frente del estadio (Av. Libertador Simón Bolivar) hay varias churrasquerías donde comer buena carne y a precios populares. No muy lejos de aquí -aunque ya en el barrio de Queru Queru- nos encontramos con el Museo de Historia Natural Alcide d'Orbign y el Palacio Portales (ambos cerrados los domingos), una elegante mansión que alberga la Fundación Simon I. Patiño.

Chuletón para dos por solo 70Bs (10€ aproximadamente)

Sin tener que alejarnos mucho, podemos caminar por el mismo lugar en el que se fundó la ciudad de Cochabamba en 1571, concretamente en el barrio de El Pueblito. Es un bonito rincón de la ciudad, con sus casas antiguas y donde los lugareños se acercan a beber la tradicional chicha (destilado de maiz). Si estamos buscando algo más animado y moderno, podemos explorar el Bulevar de Recoletas, donde hay buenos restaurantes -destacan La Estancia y la Casa de Campo- y que es zona de bares de fiesta nocturna (llamados boliches). Y si lo que queremos es un lugar más tranquilo, al otro lado del Río Rocha podemos visitar el Jardín Botánico Martín Cárdenas, uno de los pulmones verdes de la ciudad y el lugar perfecto para relajarse y contemplar diversas especies vegetales.

Paseando por el Pueblito

Muy cerca del jardín, encontramos al omnipresente Cristo de la Concordia, que se puede ver de prácticamente todos los rincones de la ciudad. Situado sobre una colina, esta majestuosa estatua de Cristo es la visita obligatoria de todos los turistas y habitual de numerosos lugareños. Con 34,2 metros de alto -sin contar el pedestal- el Cristo de Cochabamba disputa el honor de ser la figura de Jesucristo más alta del planeta, por delante de la famosa figura de Río de Janeiro y por detrás, únicamente, de una estatua que hay en Polonia con una altura de 36 metros, medida alcanzada gracias a una horrible corona dorada.

En el Cristo de la Concordia con el equipo de MELA (Medical Educators for Latin America)

Hasta la cima de la colina de San Pedro, donde se encuentra el Cristo de Cochabamba -erigido para conmemorar la visita de Juan Pablo II a Bolivia-, se puede llegar en un moderno teleférico (8Bs ida/vuelta), caminando por unas interminables 1399 escaleras o en taxi (los taxis en Cochabamba tienen tarifas entre los 10 y 20Bs dependiendo de la distancia y la hora del día). Desde arriba se tienen unas magníficas vistas tanto de Cochabamba como de la cordillera. El Cristo se levanta a 2840 metros sobre el nivel del mar, por lo que además de ser la figura de Jesucristo más grande del planeta, también es la que se encuentra situada a más altura. Si ni la altura ni los espacios cerrados son un problema, el que quiera, también puede subir por el interior de la estatua hasta llegar a los mismos brazos de Cristo (2Bs).

Teleférico de Cochabamba

Las escaleras al Cristo

Laguna Alalay

Desde el Cristo también se contempla nuestra siguiente parada, la Laguna Alalay, una reserva artificial de agua, que se usa principalmente para el abastecimiento de la ciudad. La laguna es el hábitat de variedad de peces y aves migratorias -incluidos algunos flamencos- y en todo su perímetro se está llevando a cabo un proyecto de reforestación y mejora, incluyendo una ciclovía y un bonito camino, bastante frecuentado por aficionados al running.

No podemos dejar Cochabamba, sin antes darnos un paseo por sus ajetreados mercados. Podemos comenzar en el centro de la ciudad. Justo detrás de la Plaza 14 de Septiembre nos encontramos con los mercados 1 de marzo y 25 de mayo. Es un lugar muy animado y en el que se encuentran todo tipo de productos. Justo en frente, en el mercado del 27 de mayo, se puede degustar a precios asequibles, generosas raciones de platos típicos bolivianos (como por ejemplo pique macho, silpancho, picante de pollo o sopa de maní).

Mucho más popular y concurrido es el enorme mercado de La Cancha, situado cerca de la terminal de autobuses. Más que un mercado, La Cancha es en realidad un barrio y en sus calles se distribuyen infinidad de alojamientos (nosotros pasamos nuestra primera semana en el Alojamiento Nueva York en la Av. Ayacucho), tiendas, puestos callejeros y varios mercados propiamente dichos. El más grande de todos es el mercado de La Pampa, donde se puede comprar de casi de todo: desde fruta tropical hasta carne, e incluso productos medicinales tradicionales tan peculiares como fetos de Llama (algo similar ocurre en la Paz, en el mercado de las Brujas). En toda esta zona, especialmente por las noches, hay que andar siempre con precaución, ya que, como en todos los lugares del mundo con mucha aglomeración de gente, proliferan los carteristas y rateros.