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  • Foto del escritorEfrén Con uVe de Viaje

Descubriendo Colombia: Cabo de la Vela y Punta Gallinas (2ª Parte)


En la entrada anterior os dejábamos con una maravillosa puesta de sol sobre el mar Caribe desde el faro de Cabo de la Vela. Desde allí nuestra aventura para alcanzar el punto más al norte de América del Sur no fue menos emocionante. A continuación os seguimos contando como llegamos hasta Punta Gallinas, con nuestras mochilas y tratando de gastar lo menos posible. ¿Nos acompañáis?

RUMBO A PUNTA GALLINAS >>>

El trayecto por tierra entre Cabo de la Vela y Punta Gallinas hay que hacerlo obligatoriamente en vehículo 4x4 (el nuestro tenía 7 plazas). Se tardan unas 4 horas, atravesando paisajes desérticos y comunidades indígenas, circulando fuera de pista gran parte del tiempo. Tras bordear Bahía Honda llegaremos al fotogénico estrecho de Bahía Hondita, que cruzaremos en lancha y que estaba incluido en el precio que pagamos a Luis Fer (leer más). Sabíamos este trayecto también se puede hacer en lancha por mar, pero todo el mundo nos contaba que es mucho más bonito y divertido hacerlo como hicimos nosotros.

Durante el recorrido, uno también puede observar lo humilde y casi precario de las comunidades indígenas wayuus. El camino las atraviesa varias veces y nos encontramos con improvisados "peajes" donde niños y mujeres sostienen una cuerda, con el fin de que los pasajeros de turno contribuyan con unos pesos o compren alguna de las artesanías que venden, lo que nos vuelve a recordar lo difícil que lo tienen algunas personas y lo afortunados que somos otros.

PUNTA GALLINAS: QUÉ HACER, DÓNDE DORMIR Y QUÉ COMER >>>

En Bahía Hondita solo hay un alojamiento, Hospedaje Alexandra, que ofrece cabañas privadas (30000 por persona), chinchorros (25000 por persona) y hamacas (15000 por persona). En Punta Gallinas también hay un par de alojamientos pero prácticamente todos los viajeros que conocimos se dirigían hacia el Alexandra. Según nos contaron, uno de ellos está un poco abandonado y el otro trabaja únicamente con agencias nacionales y no recibe mochileros.

Manglares desde muy cerca del hospedaje Alexandra

Al llegar al alojamiento nos explican el funcionamiento de todo, incluido el servicio de comidas. Los desayunos son 8000 pesos, las comidas y las cenas 15000. Es relativamente económico y muy abundante, teniendo en cuenta que estamos donde estamos, es decir en el extremo norte del país, en una zona remota y de difícil acceso. Puedes escoger entre diferentes opciones, principalmente carne o pescado con arroz y patacones, aunque también ofertan sopas y pasta. La única opción alternativa es llevar tu propia comida ya que no hay otros restaurantes en la zona. También hay una pequeña tienda cerca del alojamiento con productos básicos.

En el Alexandra hay agua corriente y luz 24 horas al día. La verdad que el lugar es un poco artificial, hecho para mochileros, aunque merece la pena llegar hasta aquí, por el mero hecho de descubrir los lugares que visitamos y vivir la aventura de alcanzar el punto más al norte de Sudamérica.

Tras la introducción hostelera y acomodarnos en nuestra hamaca, somos llamados para comenzar el tour que nos llevará durante 3 horas por diferentes lugares de la zona (incluido también en el precio que pagamos en el Cabo de la Vela). Nuestro conductor y guía nos ofreció realizar un viaje un poco alternativo y las 11 personas que estábamos en el 4X4 acordamos que así fuese. José, el conductor, también nos dice que agradecería una propina en el caso de que disfrutáramos con sus explicaciones (más tarde me confesaría que solo cobra 15000 pesos por excursión).

Las primeras paradas las hacemos en sendos miradores sobre la Bahía Hondita, una preciosa laguna salada muy extensa y poco profunda, que comunica con el mar Caribe por el estrecho de Bahía Hondita. La vista es espectacular y desde los miradores se alcanzan a ver algunas aves.

Después llegamos al faro de Punta Gallinas, el punto más al norte de toda América del Sur. El mar es aquí bravo y con fuertes corrientes por lo que no se recomienda el baño. José me cuenta la historia del viejo farero que habitaba en lugar. Tengo suerte ya que voy sentado en el asiento del copiloto y José me cuenta varias anécdotas e historias personales.

Literalmente el punto geográfico más al norte de América del Sur

La siguiente parada es el mirador de Casares sobre la bahía y posteriormente las cercanas dunas de Casares. José parece disfrutar cuando el terreno se complica y muestra sus habilidades de conducción por la arena de las dunas. A continuación llegamos a las espectaculares dunas de Taroa donde hacemos una parada larga, en la que nos acercamos caminando a la playa de Taroa, un paraíso virgen en la que solo estábamos un pequeño grupo de personas. Para nuestra sorpresa, estando en la playa de uno de los lugares más secos de Colombia nos sorprendió un brusco chaparrón tropical.

Después quedaba únicamente el camino de vuelta, con un par de paradas en los pozos de agua (un bien muy escaso en la Guajira) y el tortugario (nunca acabado por temas de corrupción). Este tour completo cuesta 20000 pesos por persona y uno puede negociar si quiere o no quiere hacerlo cuando contrata el paquete completo en Cabo de la Vela. Nosotros lo recomendamos 100% ya que no tendría sentido llegar hasta Bahía Hondita y no llegar a estos lugares tan espectaculares en Punta Gallinas.

El resto del día se puede descansar en las hamacas o como hicimos nosotros, caminar hasta la playa de la Boquita y la playa de Aguja (a unos 2 km del alojamiento). Además, alejándonos un poco por caminos encontramos una pequeña cala escondida en la que disfrutamos de un relajante baño. El atardecer lo vimos muy cerca de allí, donde conocimos a Eric, un viajero de Zaragoza que lleva 10 meses viajando por el mundo y que volveríamos a encontrarnos unos días después en Taganga.

Al día siguiente viajamos de vuelta en 4x4 hasta Uribia (4 horas aproximadas). Allí nos despedimos de Roger y toda su familia, muy agradecidos por su hospitalidad. Nosotros continuaríamos nuestro recorrido descubriendo Colombia rumbo a Taganga, cerca de Santa Marta, donde planeamos bucear de nuevo (como hicimos en 2016 en Koh Tao, Tailanda) pero esta historia ya os lo contamos en la siguiente entrada. Abrazos a todos, uVe Viajeros.



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