Supongo que a todos nos ha pasado alguna vez eso de reencontrarnos con un viejo amigo, que hacía meses o incluso años que no veíamos y darnos cuenta que es como si no hubiese pasado el tiempo. A mí me ha pasado. Muchas veces. Es lo que tiene ser un culo inquieto y tener amigos en todos lados. Y cada vez que me pasa es una grata sorpresa, porque me doy cuenta que en su momento escogí bien. Porque esos son los buenos amigos. Esa gente con la que uno se sienta a charlar y tomar un café y en un segundo te hace sentir como en casa.
De costa a costa
Cruzamos Australia de costa a costa en un avión nocturno en el que casi no pudimos dormir y que se nos hizo corto. Habían pasado muchas cosas en el último mes: dejamos atrás India, uno de los episodios más intensos de nuestro viaje, y nos adentramos durante dos semanas en el outback australiano. Las escasas horas de viaje que separan Perth (capital de Western Australia) de Gold Coast (en Queensland) no fueron suficientes para que pudiéramos asimilar todo lo vivido. Pero este viaje nos ha enseñado a seguir dando pasos hacia adelante cada día.... y el tiempo ya se encarga de ir amueblando poco a poco los pensamientos, las reflexiones, a medida que las nuevas ideas van surgiendo.
Llegamos pues algo cansados a Gold Coast, con la emoción de reencontrarnos con una vieja amiga. A Icía la conocí durante mis años universitarios, en una residencia de estudiantes en Vigo, época de la que guardo muy buenos recuerdos. Sin embargo, nuestros caminos se separaron ya que ambas salimos a saciar nuestra sed de aventura y recorrer el mundo. ¡Quién nos iba a decir que nos reencontraríamos siete años después en la otra punta del planeta!
Tras un sincero y largo abrazo de reencuentro necesitamos unas cuantas horas para ponernos al día. Y es que siete años, infinidad de anécdotas y viajes no se cuentan en dos minutos. Y eso que a Icía la sigo de cerca porque también es blooger y en Happy Viajera nos cuenta sus aventuras por Australia y otros países. No olvidéis de echar un vistazo a su blog y su Facebook.
Con Icía pasaríamos una semana y conoceríamos Gold Coast, algunos parques nacionales de los alrededores, nos acercaríamos a las playas de Byron Bay y a la casi vecina Brisbane.
Con Ici en el punto más oriental de la costa australiana.
Gold Coast
En la costa este australiana existen infinidad de pueblos y ciudades costeras, para todos los gustos. Gold Coast es conocida entre los surferos y también como destino vacacional para muchos jóvenes australianos que vienen un busca de fiesta, altos hoteles a pie de playa y tiendas de souvenirs. A muchos de vosotros os sonará el barrio de Surfers Paradise. Probablemente es el último lugar donde contaba encontrarme con mi amiga, pero la vida da muchas vueltas y a veces el trabajo nos lleva a sitios inesperados.
Surfers Paradise
Gold Coast, no obstante, tiene muchas otras cosas que ofrecer a quien quiere descubrir esta parte de Queensland. Nosotros contábamos con nuestra "guía local" así que fue fácil encontrarle encanto a una ciudad que en un primer momento nos recordaba a un Benidorm o un Miami, pero made in Australia. Por ejemplo, una de las noches con Icía y Carlo (su pareja) fuimos a cenar al Night Market, un mercado gigante donde se puede comer, beber, asistir a un concierto o comprase caprichitos hipster.
Con más de 40 Km de playas y buen tiempo todo el año, Gold Coast tiene diferentes barrios con infinidad de atractivos para los turistas, sobre todo si se viaja con niños. Además del céntrico barrio de Surfers Paradise, el visitante se puede pasear por Broadbeach, Coolangatta, ideal para los amantes del surf, así como Tweed Heads, una zona de canales cercana al aeropuerto y con bonitas playas.
Para mí, una de las zonas más interesantes y que sin duda tenéis que ver si pasáis por Gold Coast es Burleigh Heads. En este barrio hay un Parque Nacional a orillas del Pacífico. Es un lugar ideal para escapar del calor y pasear bajo la sombra de los árboles tropicales. Hay varios trekkings sencillitos que se pueden hacer. ¡Es increíble la rapidez con la que uno se aleja del ruido y los edificios altos y se sumerge en la naturaleza en Australia!
Y para los que quieran ver la ciudad desde arriba, hay un mirador en la torre Q1, uno de los rascacielos residenciales más altos del mundo.
Disfrutando como enanas en el Night Market
De paseo por Burleigh Heads
Parque Nacional Springbrook
A tan sólo 45 minutos de las playas encontramos el Parque Nacional Springbrook que forma parte de los conocidos Bosques Húmedos Godwana, Patrimonio de la Humanidad desde 1986. Como ocurre en todos los parques de Australia, todos los trekkings, miradores y paseos están muy bien indicados, así que es muy fácil acercarse a cualquiera de los puntos de interés de Springbrook.
El parque ofrece infinidad de opciones: trekking para pasar todo el día y bañarse en el río, adentrarse en un bosque de eucaliptos para ver koalas o incluso pequeños paseos a miradores para los que van más cortos de tiempo. Y también se puede hacer una visita nocturna al Natural Bridge para observar las luciérnagas en la cueva. Nosotros no pudimos ver este fenómeno pero se queda en nuestra lista de cosas pendientes.
Byron Bay
Dentro del estado de Nueva Gales del Sur (así como en Queensland) existen infinidad de pueblos y ciudades costeras que atraen tanto a turistas australianos como extranjeros. Su excelente clima unido a la diversidad natural de su entorno hace que este estado sea uno de los más visitados de Australia.
A pesar de ser una ciudad relativamente pequeña, Byron Bay es muy conocida. Aquí en España se puso en boca de todos cuando Elsa Pataky se fue a vivir allí con su marido. Yo conocía el destino por mi antiguo trabajo vendiendo cursos de inglés en el extranjero. A los adolescentes belgas les encanta escaparse del frío invierno de Bruselas en busca de olas y aventuras en la soleada Byron Bay. Se vende como un destino hippy dentro de la costa australiana, aunque lejos está de ser un paraíso para mochileros y gente de bajo presupuesto. Las mansiones y apartamentos se pierden entre tiendas de ropa y restaurantes hipster de precios poco asequibles para los bolsillos de los mochileros.
Byron Bay es un lugar tranquilo, ideal para quien quiere iniciarse en el surf y sobre todo para ver muchos animales. El paseo que lleva al faro de la ciudad (que se puede visitar) y que bordeando la costa es muy agradable. Mientras caminas no puedes dejar de mirar al océano ya que es muy probable ver a las ballenas saltar, los delfines jugar o incluso alguna tortuga o foca nadando cerca de la orilla. También se organizan excursiones en barco para acercarse a ver estos animales de cerca, pero ya sabéis que a nosotros no nos gusta mucho lo de molestar a los animales. Después del paseo y la bonita sorpresa continuamos el camino de vuelta al pueblo por el bosque y nos fuimos a comer una hamburguesa, muy hipster y muy, pero que muy buena. Y yo pude pedirme una ¡sin gluten!
De vuelta a Gold Coast, Icía nos recomendó un lugar no muy lejos de Byron Bay, Three Sisters Rock, uno de sus lugares favoritos de esta costa y donde nunca hay mucha gente. Un lugar ideal para sentarse a descansar, ver el océano y meditar un rato.
Acabando el día en Three Sisters Rock
La semana en casa de Icía se nos pasó volando. Al igual que nos había pasado en Perth con Miguel, la despedida se nos hacía cuesta arriba y nos quedábamos con ganas de compartir mucho más tiempo con ella y con Carlo. Para conocer más de su vida actual, para compartir confidencias, "cotarradas" y recuerdos, muchos recuerdos. Para nosotros Gold Coast había sido otro pequeño oasis en el desierto que es este viaje. Confort, comida casera, amigos, risas... Y estoy segura que para Icía también lo fue. Porque no siempre es fácil estar tan lejos de "los de siempre", de casa, de los que te conocen sin dar muchas explicaciones, en los momentos malos, y en los buenos... Porque a todos nos entra la morriña alguna vez, y el pulpo de Australia no es el de Galicia, ni se encuentran berzas para hacer pote... e incluso, a veces, aunque no se diga en alto, se echa de menos la lluvia, golpeando la ventana en un día gris, de esos típicos del norte de España.
Nos despedimos de Icía y Carlo en Brisbane, donde alquilamos una furgoneta para nuestra última aventura australiana. Íbamos a viajar durante 10 días hacia el norte acompañados de un gran compañero de viaje: Matt. Pero de eso os hablaremos en nuestro próximo post.