En nuestra vuelta alrededor del mundo hemos planeado varios lugares donde hacer un pequeño alto en el camino para descansar, recargar las pilas y trabajar un poco en nuestro blog. El lugar escogido para tal fin en nuestro periplo ruso es el famoso Lago Baikal y concretamente en Oljón, la mayor isla dentro del lago.
Acababamos de llegar a Irkutsk tras 55 horas en el transmongoliano y tras sacar el billete para el próximo trayecto dentro de 5 días nos dirigiríamos en tranvía a la estación de autobuses (esta línea la hacen los tranvías 1, 2 y 4-A). Delante de la estación de buses se encuentran las minivan que hacen la ruta Irkustk-Olkhon diariamente (800RUB) y que salen a las 09:00 y 14:00. El trayecto dura unas 5 horas (incluyendo el ferry para cruzar a la isla) pero el paisaje espectacular hace que se pasen volando.
En la isla nos alojamos en Khuzhir, la mayor localidad de la isla, y elegimos Nikita's Homestead para ello. Por lo que habíamos leído se trata de un lugar bastante turístico pero por lo que comprobaríamos después y sobretodo viendo que por todos lados surgen nuevos alojamientos, Nikita es uno de los lugares que mejor conservan el espíritu auténtico de la isla, con sus bonitas chozas y sobre todo por el buen ambiente viajero que se respira, eso si no sabemos si en temporada alta estará demasiado saturado.
Por lo que contaban otros viajeros ya nos esperábamos que este rincón del Baikal fuera un lugar mágico, de esos que te trasmiten una energía especial y nada más llegar lo comprobaríamos por nosotros mismos mientras paseamos por el cabo Burhan (o Shamarka). El atardecer que presenciamos allí mismo no deja lugar a dudas de porqué este sitio es considerado como uno de los 9 lugares sagrados de Asia para los Chamanes.
Pese a que teníamos planteada la estancia en Oljón como un pequeño respiro en nuestro viaje, a las 10:30 del segundo de los días ya estábamos de nuevo en ruta con una excursión al norte de la isla. Para que os situéis, Khuzhir es un pequeño pueblo pesquero que se encuentra en el centro de la isla, y desde aquí hasta el punta Khuboi hay unos 35 kilómetros por caminos de tierra y arena. Siempre con la presencia del lago a nuestra izquierda vamos avanzando por paisajes que alternan llanuras de pastos y bosques teñidos de amarillo (recordar que estamos en otoño) con pequeñas paradas abruptos acantilados, miradores naturales al lago excepcionales e incluso visitamos lo que antaño fue un Gulag.
Cuando por fin llegamos a punta Khoboi, lugar más septentrional de la isla, el paisaje nos golpea salvaje, con un pequeño paso que deja sendos acantilados a ambos lados y frente a nosotros la inmensidad del lago más profundo del mundo (1643m) y mayor acumulación de agua dulce de este espectacular planeta en el que vivimos.
Tras una reconfortante comida allí mismo regresamos por una ruta un poco distinta, visitando la zona este de la isla, donde vemos lugares también sagrados para los chamanes, un pequeño pueblo pesquero y sobre todo bosques mucho más densos y espectaculares. Sobre las 17:00 llegamos a Nikita satisfechos de haber hecho esta excursión que por su precio (850RUB) recomendamos 100%.
Aunque el resto de nuestros 4 días en la isla fueron mucho más tranquilos, también hubo lugar para la diversión (con el espectáculo a cargo de Nicolai, un viejo alegre que tocaba la acordeón y entre canciones típicas rusas se atrevió con una par de temas de nuestro Raphael) y otras aventuras, como la iniciativa de los 10km por país que muchos ya conocéis por nuestro videos en Facebook, junto con otras pequeñas excursiones y paseos por las zonas cercanas pero sobre todo con tiempo para estar tranquilos, acumulando nuevas historias que contar en el futuro, preparando los días venideros pero sobre todo para disfrutar de la vida sin prisas.