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  • Foto del escritorEfrén Con uVe de Viaje

Cruzando Fronteras: de Nepal a India


En esta entrada de nuestra serie sobre cruces fronterizos terrestres os explicamos cómo hicimos para cruzar en autobús la frontera entre Nepal e India, en un recorrido por el que conectamos Katmandú, la capital del país del Himalaya, con Varanasi (en español Benarés) en el estado indio de Uttar Pradesh, a través del paso fronterizo Belahiya (Nepal) - Sonauli (India).

Aunque próximamente planeamos hacer una serie de entradas que trate sobre los visados en todos los países que visitamos durante nuestra vuelta al mundo, antes de ponernos de lleno con este nuevo cruce fronterizo, hoy también nos gustaría explicaros como obtener el visado turístico para India desde Katmandú, indispensable para pasar de un país a otro.

Visado de India en Katmandú

Aunque este proceso no es demasiado complicado, si que requiere más trámites que los habituales para obtener el visado de otros países. Además, como mínimo es necesario tres visitas en un plazo de una semana al Indian Visa Service Centre, situado en el edificio adjunto a la embajada de India en Nepal (296 Kapurdhara Marg), a menos de 20 minutos caminando al norte del barrio de Thamel.

En la primera de estas tres visitas tenemos que presentar toda la documentación requerida. Esta incluye un formulario oficial impreso (se puede obtener desde la página oficial de la embajada India), dos fotos de carnet (51mm x 51mm), una fotocopia del visado de Nepal, fotocopia del pasaporte (junto al pasaporte original con seis meses de validez y dos páginas libres) y en el caso de haber visitado India con anterioridad, una fotocopia del visado anterior para India. Además de todo esto hay que llevar la cantidad de rupias nepalíes suficientes para pagar las tasas del visado (al cambio nosotros pagamos unos 35€ cada uno). Convenientemente, al lado del centro hay una pequeña tienda dónde se pueden hacer las fotos, las fotocopias o imprimir el formulario.

De lunes a viernes, el centro abre sus puertas de 9:30 a 12:00 y una vez en la sala de espera se obtiene un numero de lista respetando el turno de llegada. Es por eso que os recomendamos que vayáis lo antes posible ya que suele haber mucha gente, sobre todo en temporada alta, y si no queréis pasaros el día en la sala de espera lo mejor es madrugar un poco. Nosotros llegamos a las 9:00 y una vez dentro tuvimos que esperar hasta casi mediodía así que lo mejor es armarse de paciencia y no olvidar algo de lectura. Si toda la documentación está en orden, se procede al pago de las tasas y tras esto nos darán cita para 5 días laborales después.

En esta segunda visita habrá que volver a hacer cola aunque en esta ocasión sólo es necesario llevar el resguardo de haber pagado vuestro visado y el pasaporte original. Una vez comprobado que la duración de la visa (hasta seis meses) y el numero de entradas son correctas, éste [el pasaporte] ha de ser entregado en la ventanilla. Si todo esta correcto, a partir de este momento el visado, que se imprimirá en el pasaporte, entrará en vigor, por lo que es muy importante tener esta fecha en cuenta a la hora de planificar vuestro viaje.

Entre las 17:00 y las 17:30 del día siguiente tendréis que volver al centro por tercera y última vez a recoger el pasaporte con un visado listo para estrenarse.

Cruzando Fronteras de Nepal a India: paso fronterizo Belaniya a Sonauli.

Existen varias opciones para realizar el trayecto entre Katmandú y la ciudad de los templos, Varanasi, que sería nuestra primera parada en India. Nosotros, tras comprobar las diferentes opciones, nos decantamos por el autobús directo que la compañía de transporte "upsrtc" tiene entre las dos ciudades. El autobús comienza su trayecto en una calle cercana al Parque Amideva Budda (detrás del templo de los monos o templo Swayambhunath) y allí mismo se puede comprar directamente el billete (nosotros pagamos Rs 2200) evitando de esta forma tener que pagar la comisión desorbitada de las agencias de viajes.

El único horario para este trayecto comienza alrededor de las 7 de la tarde. Decimos alrededor porque depende de factores externos, especialmente el horrible tráfico de entrada y salida en Katmandú y que en estas latitudes la puntualidad, a veces, es aproximada. A nosotros nos tocó un autobús en muy buen estado y a eso de las 8 partimos hacia la Belaniya, donde se encuentra el puesto fronterizo nepalí. Allí tuvimos que esperar un par de horas (dentro del autobús) hasta que a las 6:00 se abre la oficina de inmigración donde, como es costumbre, nos pusieron el sello de salida del país. El puesto fronterizo del país vecino se encuentra a escasos metros de distancia a través de tierra de nadie, y es en esta oficina de Sonuali donde se validó nuestro pasaporte para entrar en un nuevo país, el catorceavo desde que comenzáramos nuestra vuelta al mundo.

Como ya sabréis, nos encanta el contraste que se puede observar al cruzar una frontera. Disfrutamos viendo a las gentes que van de un lado a otro y analizando la diferencia que nos encontramos simplemente al atravesar una línea imaginaria. Aunque a priori India y Nepal tienen muchas cosas en común, lo que más nos sorprendió al cruzar esta frontera fue la situación en la que nos encontramos Sonauli. Comenzando desde la frontera misma y por varios kilómetros todas las casas, a ambas orillas de la carretera, habían sido derruidas en su mitad, según pensamos, para ampliar la carretera, dando una imagen de desolación que más se parecía a un país en guerra que a otra cosa.

Desde la frontera hasta la estación de autobuses de Varanasi (a donde llegamos a las 2 de la tarde) aún quedaban unas cuantas horas por lo que al poco se hace una parada a desayunar. Fue aquí, en un pequeño restaurante de carretera donde olvidamos un bolsillo con nuestros pasaportes, documentos importantes, dinero… No os imaginas el estrés cuando al poco de estar de nuevo en ruta nos dimos cuenta. Pero afortunados que debemos ser, tras explicarle la situación al conductor, éste no tuvo inconveniente alguno en dar media vuelta hasta el lugar donde por suerte seguían nuestras pertenencias. ¿Os imagináis un ALSA haciendo algo parecido?

Y tras este "pequeño" sobresalto seguimos camino de Varanasi, observando desde la ventana el paisaje y poco a poco nuestros ojos se fueron llenando de India. Pero de eso ya hablaremos.

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